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Cuando pensamos en una persona deprimida, tendemos a pensar en alguien que, bueno, actúa triste. La imagen que tenemos en la cabeza es la de alguien que no quiere levantarse del sofá o de la cama, que come mucho menos o mucho más de lo normal, tiene problemas para dormir o quiere dormir todo el tiempo, que tiene problemas con las actividades diarias habituales, y no habla mucho.
Los niños y adolescentes con depresión ciertamente pueden verse así. Pero la depresión también puede manifestarse de diferentes maneras. Los números son difíciles de obtener en los niños más pequeños, pero entre los 12 y los 17 años, casi el 13% ha tenido un episodio depresivo mayor. Es importante ser consciente de los signos; la depresión es una enfermedad tratable, y la depresión no tratada puede conducir a problemas físicos y de salud mental a largo plazo, y posiblemente incluso al suicidio.
Estos son algunos posibles signos de depresión en la juventud:
- Bajar calificaciones. Ahora, hay muchas razones por las que las calificaciones pueden bajar, incluidas las discapacidades de aprendizaje, el TDAH, la intimidación o el uso de sustancias. Pero cada vez que las calificaciones de un niño están cayendo, es importante pensar en la depresión como una posible causa.
- Irritabilidad y enfado. Hay muchas razones para esto, incluido el temperamento, y los adolescentes suelen estar irritables y enojados. Pero si es nuevo y persistente, o si un niño o adolescente se está metiendo en problemas mucho más de lo normal, piense en la depresión.
- Aburrimiento. Cuando un niño que solía estar interesado en las cosas de repente se aburre todo el tiempo, puede ser una señal de advertencia.
- Abandono de actividades. Ciertamente está bien que los intereses cambien. Pero si los nuevos no ocupan su lugar, eso también puede ser una señal de advertencia.
- Dificultad con las relaciones. Cuando los niños y adolescentes se pelean con amigos, o simplemente pasan mucho menos tiempo con ellos que antes, eso es una señal de alerta.
- Comportamiento peligroso. Una cierta cantidad de toma de riesgos es normal, especialmente en los adolescentes, pero si es nueva y persistente, puede que no sea normal. Cualquier comportamiento auto agresivo, como cortarse, merece atención de inmediato.
- Quejas físicas persistentes, como dolores de estómago, dolores de cabeza u otros dolores. Obviamente, debe hacerse un chequeo completo para detectar cualquier dolor persistente. Pero la conexión mente-cuerpo puede ser muy fuerte; a veces las personas que están deprimidas tienen un dolor físico que se siente muy real.
- Fatiga. Este es otro síntoma que debe revisarse a fondo, ya que hay muchas razones médicas por las que una persona puede tener fatiga crónica. Pero la depresión es una de ellas.
Si observa alguno de estos en su hijo, o cualquier otro cambio en el comportamiento que no pueda explicar y que no le parezca correcto, hable con su médico o busque un profesional de salud mental en su área. No ignore los comportamientos ni trate de explicarlos. Más vale prevenir que lamentar, y como ocurre con tantas afecciones, cuanto antes atrape la depresión, más fácil será tratarla.
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